El borrador de RD, aún no aprobado, establece la obligatoriedad de certificar los inmuebles puestos a la venta o alquiler a partir del día 1 de enero de 2013. Ya están disponibles los programas que estarán homologados a partir de la aprobación del texto y muchos profesionales estamos preparados para facilitar ese servicio.
Para mí, la entrada en vigor del decreto puede ser un gran generador de oportunidades. Es evidente que para los arquitectos supone una vía de trabajo interesante dada la escasez de obra. No sólo por la labor de certificación en sí sino también porque, a raíz de la aparición del certificado en el mercado inmobiliario, probablemente se reactive el sector de la construcción.
No tengo la menor duda de que, desde el punto de vista cortoplacista de los políticos, se trata el tema con temor porque el primer impacto es similar a la imposición de un impuesto si no se "cree" en las bondades del sistema.
La experiencia con las ITE (inspecciones técnicas de los edificios) así lo atestigua.
Pero los profesionales de la arquitectura entendemos que ambos (ITE -en Asturias aún pendiente de legislación- y Certificados) producirán grandes beneficios a largo plazo.
El certificado de eficiencia energética del edificio existente CEEEE es un instrumento de gran ayuda a la gestión inmobiliaria. Realizado con cuidado y profesionalidad, pondrá en valor los edificios mejor construidos, aprovechando las ventajas comparativas con aquellos que no han sido actualizados. Y, con la experiencia del arquitecto, detectará los puntos débiles de las propiedades para estudiar las obras de mejora con mejor relación inversión/ahorro.
Los gobiernos tienen ante sí la oportunidad de ayudar a los propietarios de inmuebles a invertir en el sector de la rehabilitación energética, de gran intensidad en mano de obra y, por lo tanto, generador de empleo.